México se encuentra dentro del Top 10 de muertes relacionadas a accidentes automovilísticos. De acuerdo al Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, en promedio, 55 mexicanos mueren diariamente a causa de un accidente vial. Además, por cada individuo que fallece, dos sufren una discapacidad.
Con el inicio de las vacaciones, la tasa de accidentes en carreteras se dispara considerablemente debido a causas que pueden ser evitadas, como por ejemplo: cansancio, alta velocidad, imprudencia, alcohol y descuidos ocasionados por usar el teléfono celular o el GPS.
A ello se suma la peligrosidad de algunas carreteras, las cuales cobran decenas de vidas humanas cada año. Éstas son algunas de las más peligrosas:
1. Carretera federal Toluca – México
Hasta que fue creada la autopista de cuota, este carretera cobraba la vida de cientos de automovilistas cada año, debido a sus curvas cerradas, las cuales continúan representando un grave riesgo para todos los conductores que regresan de la capital del Estado de México.
2. Autopista México- Puebla
Administrada por Caminos y Puentes Federales (Capufe), esta autopista tiene una cuota muy alta de accidentes: cerca de mil 683 al año. Cuenta con una longitud de aproximadamente 130 kilómetros partiendo de la Ciudad de México a Puebla y su tramo más peligroso es la zona de curvas pasando Río Frío, rumbo a la CDMX.
Al ser una zona de curvas en pendiente, un descuido, sumado a velocidades altas puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
3. La Rumorosa
Esta carretera que cruza Baja California es muy peligrosa por los fuertes vientos y por su gran cantidad de curvas. Ha sido escenario de muchos accidentes protagonizados por automovilistas que alcanzan altas velocidades en sus pendientes.
4. Cumbres de Maltrata
Una carretera que une al estado de Puebla con Veracruz; además de numerosas curvas, encontrarás tramos con una espesa neblina que la hace doblemente peligrosa.
5. Autopista Matehuala-Monterrey
Autopistas así de largas y rectas pueden representar un peligro debido a su monotonía. Al no haber curvas, el conductor puede adormecerse y, en determinado momento, sufrir un percance.
Además, esta vía se presta mucho más para exceder los límites de velocidad permitidos, amén de que sus numerosos vados se convierten en un peligro cuando llueve, principalmente para los automovilistas que circulan a toda velocidad.
Fuente: ciudadanosenred / Foto: YouTube