El centro de rehabilitación para enfermos mentales “Cristo de la Misericordia”, ubicado en Acapulco (Guerrero), es una vergüenza y no quiero decir más adjetivos penosos contra la “institución”.
Primero, hay pacientes que se hacen del baño en su ropa interior, por el simple hecho de que los saquen de su cuarto al sol, de una terrible oscuridad influenciada por “personas” que trabajan ahí.
Pacientes pasan hambre, sed…
Segundo, porque los enfermos del recinto pasan hambre, sed y más penurias. Yo mismo lo viví, era una desesperación que no paraba ni un momento, ni si quiera en los días en que me visitaba algún familiar.
Habrá que mencionar que yo caí ahí por una crisis de una enfermedad que padezco, pero nunca me imaginé que existiera algo tan horrible como ese lugar.
Así que si van a llevar a algún enfermo mental a ese hoyo piénsenlo dos veces y mejor llévenlo a algún hospital fuera de Acapulco. Me pregunto, ¿algún día será cerrado ese lugar de desesperación?
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