Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, llamó al grupo delincuencial -que impide la venta de gasolina al Ejército en Nuevo Laredo– a que recapaciten, permitan vender combustibles y que piensen en sus «mamacitas» para portarse bien.
En el transcurso de un diálogo con la comunidad del hospital rural de Tula, localidad que no era visitada por un presidente desde 1937, el mandatario calificó como un desafío las amenazas del grupo de delincuentes -sin mencionar al Cártel del Noreste- a distribuidores de combustibles para que no le vendan gasolina al Ejército.
«Tenemos un desafío de este grupo de delincuentes que amenazaron a los distribuidores de gasolina para que no vendan gasolina al Ejército. Están mal, así no es la cosa, les llamo a que recapaciten, que piensen en ellos y en sus familias, en sus madres, en sus mamacitas. Saben cuánto sufren las mamás por el amor sublime a los hijos y ellos tienen que pensar en eso», pidió.
Al recorrer el hospital 50 de más de 80, López Obrador también exhortó a todos los delincuentes para que se porten bien, no hacerle daño a la sociedad, ni al prójimo.
«Antes había la excusa de que no había trabajo. Estamos procurando que haya trabajo y que se reincorporen al trabajo y puedan actuar dentro de la legalidad y de esta manera no hacer sufrir a sus familiares, a sus mamás que son las más preocupadas por sus hijos», expuso.
El presidente coincidió con el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca, sobre que ha disminuido la incidencia delictiva en esta entidad.
«Se ha avanzado en Tamaulipas en esta materia (inseguridad). Estoy de acuerdo con el gobernador, tenemos ahora problemas en Nuevo Laredo nada más», aseveró.