Para el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) el país requiere de condiciones de confianza para incentivar la inversión, y la invitación al expresidente de Bolivia, Evo Morales, es un hecho que resta credibilidad al gobierno de AMLO.
Apunta el IMEF que este tipo de acciones son nuevas señales que restan confianza a la inversión, a la cual suman la aprobación de la ley que equipara al crimen organizado con fraude fiscal, el cambio del período de gobierno en Baja California a cinco años, y la recepción al presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, “cuya reputación en torno a sus políticas con el sector privado”.
“El IMEF está de acuerdo con las intenciones del gobierno federal de lograr mayor riqueza y que ésta sea mucho mejor repartida, así como en las intenciones de combatir la corrupción en todos los sectores y a todos los niveles. No obstante, también considera que los hechos recientes no abonan a los objetivos planteados”, dijo Fernando López Macari, presidente nacional del IMEF.
BAJA TASA DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
En su conferencia de prensa mensual, el experto en finanzas sostuvo que la falta de inversión es una de las razones que está detrás de la disminución de 0.3% a 0.1 por ciento en la tasa de crecimiento económico para este año, por parte de los analistas que encuesta el Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF de manera mensual.
“La inversión ha tardado más que en otros sexenios en reactivarse, debido a que ha costado más trabajo generar las condiciones de confianza para la inversión.
“El IMEF reitera su llamado a nuestras autoridades para generar las condiciones propicias para la inversión y lograr no sólo reactivar proyectos bde inversión anteriormente pospuestos, sino el lanzamiento de nuevos proyectos viables”, agregó López Macari.
NI POPULISTA NI ASISTENCIALISTA
Por su parte, Gabriel Casillas, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, indicó que no ven el presupuesto del 2020 como populista, porque no se está aumentando el déficit fiscal sin tomar en cuenta los riesgos.
Ni asistencialista, porque los apoyos se están entregando de manera directa en un país donde hay 53 millones de pobres, y 10 millones en pobreza extrema, reporta El Heraldo de México