Gabriela Mar Betancourt se despidió de su hija Itzel, cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado sábado en una zona limítrofe entre Naranjos y Tancoco, en la zona norte de Veracruz, luego de estar secuestrada durante más de un mes.
A través de su cuenta de Facebook, la propietaria de una tienda de materiales para la construcción pidió perdón a su hija “por no haber tenido suficiente dinero para pagar”, ya que los delincuentes habías pedido a la familia una gran cantidad de dinero a cambio de su libertad, cifra que no pudieron conseguir.
“Un beso mi amor, Dios te reciba con los brazos abiertos y tu papi Ramón Mar Betancourt te ayude a llegar al Reino de los cielos”, escribió el mensaje que fue acompañado de una foto de Itzel en la que se puede observar a la joven sonriendo a la cámara.
ACUDÍA A RECOGER A SU HIJO
Desde el pasado 8 de noviembre, la joven fue privada de la libertad en la colonia Las Delicias del municipio de Naranjos, cuando acudió a recoger a su hijo a la escuela; su madre, Gabriela Mar, había utilizado su cuenta de Facebook para comunicarse con “quienes provocaron esto” y pedirles que regresaran con vida a su hija.
“Deben comprender que lo que solicitan no lo tengo, si no desde el primer día lo hubiese dado, es mi única hija, cómo la voy a poner en peligro… desafortunadamente no tengo y me duele mucho no poderla rescatar, me siente impotente que todo lo que en años hemos trabajado no me alcance, perdón por no tener, por favor liberen a mi hija, ella merece vivir su vida plena”, escribía la afligida madre.
En sus publicaciones definía a su hija como una joven que no iba a fiestas, que hacía sus rutinas de ejercicio con mucha disciplina y que su mayor pasión era ganar fisicoculturismo y atender a su bebé, un niño de tres años.