La presunta espía rusa María Bútina, deportada de Estados Unidos tras pasar más de quince meses en la cárcel por conspirar contra Estados Unidos arribó el sábado a Moscú en un vuelo regular.
Bútina retornó a Rusia en el vuelo SU-111 de Aeroflot, procedente de Miami, informó la agencia oficial rusa RIA Nóvosti.
La mujer, de 30 años, fue arrestada el 15 de julio de 2018 como sospechosa de espionaje.
En diciembre de ese mismo año, Bútina se declaró culpable de un delito de conspiración contra Estados Unidos y aceptó cooperar con la Justicia.
Como resultado de ese acuerdo, la rusa fue sentenciada a dieciocho meses de prisión a principios de este año.
Vladímir Putin, presidente ruso, negó en su momento que Bútina trabajara para Moscú y relacionó su declaración de culpabilidad con las amenazas recibidas en prisión.
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