Un comienzo en Viesca
Mauricio vio la luz del mundo en Viesca, Coahuila, una localidad cercana a Torreón. Sin embargo, a los seis años, su familia se trasladó a Tamaulipas, un estado vulnerado por años bajo la influencia de los cárteles, donde fue reclutado por el Cártel del Noroeste.
Cerca de 460 mil niños y adolescentes como Mauricio juegan roles dentro de organizaciones criminales en diferentes estados del país, según reportes gubernamentales citados por Reinserta en su informe ‘Niñas, niños y adolescentes reclutados por la delincuencia organizada’.
Una realidad aterradora
La información refleja la realidad de muchos menores, aunque no hay cifras precisas sobre la cantidad exacta de niños reclutados por las redes del narcotráfico y sus funciones dentro de estas organizaciones.
El informe publicado en 2021 por Reinserta documenta historias como la de Mauricio, revelando las adversidades que enfrentan los menores en diversas regiones de México.
La trayectoria de Mauricio
Mauricio, reclutado por el Cártel del Noroeste, recibió ofertas de refugio, trabajo, drogas y armas. Comenzó su camino como traficante de personas para luego adentrarse en el tráfico de drogas tras múltiples arrestos. Finalmente, se sometió al entrenamiento ofrecido por la organización para convertirse en sicario.
En una entrevista con Reinserta, detalló su experiencia, admitiendo que el acto de matar lo asimilaba a matar animales y, en algunos momentos, como una liberación de estrés.
La reflexión y la detención
Mauricio, oriundo de Coahuila, cumplió dos años y medio de prisión hasta 2021. En su relato, indicó que dentro de estas organizaciones solo existen dos destinos: muerte o arresto.
A pesar de los intentos del cártel por liberarlo, Mauricio decidió no aceptar su ayuda. Su detención fue su manera de salir del mundo delictivo, aunque desde la cárcel se enteró del fallecimiento de uno de sus hermanos menores, inmerso en el narcotráfico y asesinado en un enfrentamiento.
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