El estado de Texas, en Estados Unidos, ejecutó este miércoles a Robert Sparks, un hombre que fue condenado a muerte por haber asesinado a su mujer y a sus dos hijastros, y que violó también a sus hijastras.
A Sparks, un afroamericano de 45 años, lo declararon muerto a las 18.39 hora local (23.39 GMT) tras recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville -cercana a Houston-, según notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
Sparks dirigió sus últimas palabras a su familia: “Lamento los momentos duros y lo que me duele es que les hice daño a todos”.
EN EL CORREDOR DE LA MUERTE
Cuando cometió los asesinatos que le llevaron al corredor de la muerte, Sparks vivía en Dallas (Texas) con su esposa, Chare Agnew, y los cuatro hijos menores de la mujer.
El 15 de septiembre de 2007 de madrugada, Sparks asesinó primero a Agnew, que tenía 30 años, acuchillándola 18 veces mientras dormía.
Después se dirigió al dormitorio de los chicos varones -Harold de 9 años y Raekwon de 10-, a los que también asesinó acuchillándolos unas 45 veces a cada uno.
Finalmente violó a las niñas, de 12 y 14 años. Según documentos judiciales, Sparks se disculpó después con las niñas por la violación y los asesinatos, pero les dijo que su madre (Agnew) había tratado de envenenarlo.
CONFESÓ LOS CRÍMENES
Sparks confesó sus delitos a las autoridades una vez detenido.
El juicio en 2008 fue algo agitado, ya que el padre de Harold trató de abalanzarse sobre Sparks cuando los fiscales explicaron cómo murió el niño.
Además, Sparks trató aparentemente de suicidarse ingiriendo pastillas antes de recibir su condena, según reportes periodísticos de la época.
Fue la séptima ejecución ocurrida en Texas en 2019 y la número 16 en todo el país.
Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena capital en 1976, han sido ejecutadas 1.506 personas en Estados Unidos, 565 de ellas en Texas, más que en ningún otro estado.