¡Ojo! con las desigualdades generadas por el libre mercado

 

Mouris Salloum George*

Parece evidente, que el shock del 1 de julio trae todavía mareados a algunos actores políticos. Algunos, sinceramente, hacen el recuento de los daños con el ánimo de repensar sus   planes, calafatear sus naves y enfilarse hacia metas que han quedado a punto del naufragio en el actual sexenio.

 

Otros, mientras se lamen las llagas, sin aceptar la realidad, hacen sus cálculos para optar por tácticas de revancha, pretendiendo mojarle la pólvora al gobierno que viene.

 

En la evaluación del suceso electoral del 1 de julio, la mayoría de los analistas coincide en que el primer damnificado del terremoto, fue Enrique Peña Nieto quien, sin embargo, da pruebas de raciocinio ante sus nuevas circunstancias.

 

A lo que venga

En la cumbre de la Alianza del Pacífico (Puerto Vallarta, México), Peña Nieto sacó de onda a sus pares neoliberales.

 

En uno de sus mensajes, el mexiquense, refiriéndose a los socios de la Alianza, Chile, Perú, Colombia y México, señaló que, si bien su opción por la economía de mercado ha logrado abatir niveles de pobreza como nunca, también es cierto que persisten escenarios de enorme desigualdad.

 

Demandó a los presidentes huéspedes volver los ojos al imperativo de justicia social para generar oportunidades a los excluidos de los beneficios del libre mercado.

 

Antes de instalarse formalmente la reunión de presidentes aliancistas, tuvo lugar en Vallarta la cumbre empresarial con la presencia de delegaciones de diversos países, socios de la Alianza, gobiernos en vías de integrarse y observadores.

 

Durante las campañas presidenciales de 2018, los hombres de negocios actuaron en México con espíritu de cuerpo frente a plataformas en las que veían amenazas a sus intereses.

 

Después del 1 de julio, cada trinchera del poder económico hace ejercicios de introspección para acomodarse y sacarle rendimientos a lo que venga.

 

El Consejo Coordinador Empresarial, por ejemplo, tiene entre sus prioridades seguir pujando por un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte y revisa las propuestas de política económica y fiscal para el sexenio que se inicia el 1 de diciembre, poniendo la mira en las expectativas de las Zonas Económicas Especiales.

 

Coparmex: Cumplir metas de desarrollo humano de la ONU

Preciso es recordar que, en el marco de las negociaciones del TLCAN, Canadá no ha quitado el dedo del renglón en materia de equidad salarial, en sectores como el automotriz. Sería uno de los puntos en que embona la conminación de Peña Nieto a atender la Justicia Social.

 

Aquí ponemos a cuadro a la Confederación  Patronal de la República Mexicana, en la que militan la mayoría de los empleadores privados.

 

Hace unas horas, el presidente de ese organismo, Gustavo de Hoyos puso unos puntos sobre las jotas.

 

Propuso el empresario bajacaliforniano una política salarial  que, conforme a los postulados  y mandatos de la ONU, sirva al desarrollo humano, colocando el ingreso de la clase trabajadora al alcance de la línea de bienestar.

 

Coparmex se pronunció contra la revisión de corto plazo (anual) de los salarios mínimos y se instituyan a más largo plazo con base en incrementos significativos. Por lo pronto, la proposición es de un mínimo de 102 pesos diarios a partir 2019.

 

Creemos que esa iniciativa exorciza el espectro de la inflación, coartada con la que el Banco de México impuso a rajatablas desde hace tres décadas los topes salariales. Para recorrer una larga y sinuosa ruta, es necesario empezar por el primer paso. No queda de otro, salvo que…

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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