“Solo quería subirme encima de ellos y bajarme los pantalones”, sostuvo Kenneth Douglas durante juicio por haber violado a más de 100 cadáveres de mujeres cuando trabajaba en una morgue de Ohio, Estados Unidos, entre 1976 y 1992.
El hombre padece una parafilia llamada necrofilia y por eso hizo lo que hizo, según expertos. La necrofilia ocurre cuando la fuente predominante de placer no está en tener relaciones sexuales en sí, sino en la cópula con cadáveres.
Una parafilia se da cuando hay la presencia de frecuentes e intensas conductas o fantasías sexuales de tipo excitatorio que implican objetos inanimados, niños o adultos, cuerpos sin vida…
El hombre fue sentenciado en 2008 por los crímenes.
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