Para nadie es un secreto que los refrescos de cola no tienen ningún aporte positivo al cuerpo. No ayudan a la digestión, en sólo medio litro pueden llegar a contener más de 12 cucharadas de azúcar refinada, así como una larga lista de químicos dañinos.
El Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que las afecciones relacionadas a la ingesta de refrescos son principalmente obesidad, diabetes, cálculos renales, asma, descalcificación, anemia, depresión, mala digestión, caries y ahora se descubrió que hasta Alzheimer.
Entre los diversos químicos disueltos en el refresco, se le añade ácido fosfórico el cual neutraliza el excesivo sabor dulce.
CAFEÍNA SINTÉTICA Y AZÚCAR
El ácido fosfórico causa desmineralización ósea pues impide que el calcio se absorba correctamente en los huesos. Lo que a su vez provoca desgaste en el esmalte de los dientes, mismo que favorece las caries, señala el reporte de la UNAM.
Por si ello no fuera suficiente, registran un alto índice glucémico el cual produce altas cantidades de insulina, mismas que más tarde conlleva a la diabetes.
La adicción a estas bebidas es provocada por la cafeína sintética y el azúcar, ya que estas sustancias reactivan las terminales nerviosas y aumentan la producción de dopamina y la serotonina, sustancias encargadas de producir placer.