Amén de recordar a sus difuntos, en varias entidades de México y en otros países de América Latina, muchos habitantes rinden tributo a narcotraficantes y criminales, en cuyas tumbas depositan ofrendas para agradecerles lo que hicieron por la gente.
Los llamados “santos del delito” gozan de respeto póstumo en muchos países latinoamericanos, donde se los considera como ‘Robin Hood’ de los pobres.
Según la cadena latinoamericana de televisión Telesur, entre los más venerados están:
La tumba del narcotraficante colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria, más conocido como ‘El Patrón’, es destino de peregrinación para muchas personas desde hace más de 20 años.
‘El Patrón’ se ha convertido en un capo de culto, un icono del mundo criminal que fue capaz de llevar a cabo todas las operaciones del “bajo mundo”, asegura la televisora.
MACHERA, EN VENEZUELA
Luis Cerrada Molina, apodado ‘Machera’, goza de gran reconocimiento en la ciudad venezolana de Mérida.
Este criminal asaltaba farmacias para dar medicinas a los enfermos y mercados para darles comida a pobres e indigentes.
Su tumba, que es objeto de veneración, cuenta con muchas placas de agradecimiento por sus acciones.
“EL CHAYO”
Nazario Moreno González, también conocido como ‘El Chayo’, fue un asesino en serie mexicano, fundador de la organización criminal La Familia Michoacana.
Algunas personas aseguraban que era “un santo que obraba milagros”. Hasta hoy sus partidarios se encomiendan a él para pedirle protección.
JESÚS MALVERDE
Jesús Malverde es conocido como ‘El bandido generoso’, ‘El santo de los narcos’ o ‘El ángel de los pobres’.
Según la leyenda, el bandido robaba a los ricos para ayudar a los pobres. Se le han atribuido diversos milagros, curaciones y bendiciones.
Hasta ahora la mayoría de los capos lo veneran y piden la intercesión del ‘santo’. En muchos altares figuran placas de agradecimiento por los favores recibidos.
“EL LAZCA”
Heriberto Lazcano Lazcano, lideró el grupo criminal Cártel de los Zetas.
Algunas personas aseguran que “tras rogar a Lazcano se curaron el cáncer o encontraron trabajo”.
Murió el 7 de octubre de 2012 en un enfrentamiento con la Marina mexicana. Sin embargo, su cuerpo fue robado por un comando armado de la funeraria y nunca apareció.
