A una semana del derrame tóxico de Grupo México que esparció tres mil litros de ácido sulfúrico en aguas del Mar de Cortés, a través de redes sociales se han multiplicado las fotografías y videos de distintas especies muertas, varadas en playas de Guaymas y San Carlos, puertos turísticos que reportan 100 por ciento de ocupación hotelera por las vacaciones de verano.
En plena temporada de anidación y desove de la tortuga marina, una de las grabaciones que más se ha difundido es la de una caguama en aparente agonía en la playa San Francisco, de San Carlos, que se ubica como a 20 kilómetros de la Administración Portuaria Integral (API) de Guaymas donde el martes 9 de julio, la falla en una válvula ocasionó el derrame de tres metros cúbicos de ácido sulfúrico desde el tanque que recibe las purgas provenientes de las líneas de embargue.
UN LOBO MARINO
Otras imágenes son de un lobo marino que también quedó varado en las playas de San Carlos Nuevo Guaymas, un puerto turístico que actualmente está al 100 por ciento de su capacidad de hospedaje porque en vacaciones de verano llegan miles de visitantes de Sonora, Chihuahua y Arizona en los Estados Unidos.
Este domingo vence el plazo de cinco días que la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente dio a la empresa responsable por el derrame tóxico para que presente un informe de los hechos, sin embargo, hasta el momento ni la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), ni la Profepa, han emitido informes de lo ocurrido, tan poco se han presentado en el sitio o manifestado respecto a la mortandad de especies.
EN LA ZONA DEL DESASTRE
Que se ubica justamente en la entrada a la Bahía de Guaymas y el municipio porteño de Empalme, también se han reportado peces y moluscos sin vida, los cuales fueron atribuidos al contacto directo con el derrame tóxico por especialistas en ecología y biología de organismos acuáticos, que incluso tomaron muestras del agua y determinaron que el PH recobró sus niveles en la zona del impacto.
El Mar de Cortés fue bautizado por el especialista Jacques Cousteau como el“acuario del mundo”, es reconocido como patrimonio de la humanidad por la Unesco debido a su gran diversidad biológica y además que ha servido como laboratorio natural para el estudio de diversas especies, señala Excélsior.