Al menos 43 personas murieron y otras 61 resultaron heridas hoy durante un ataque aéreo de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita contra un autobús escolar que transportaba niños a la ciudad de Saada, en el noroeste de Yemen, informó el Ministerio yemenita de Salud.
Sin embargo, la televisión de los rebeldes houthi, Al-Massirah, reportó 39 muertos y 51 lesionados, la mayoría niños, mientras la Cruz Roja de Yemen y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sólo hablan de “docenas de muertos y heridos”.
Un hospital apoyado por la Cruz Roja ha recibido a “docenas de muertos y heridos” después del bombardeo contra el autobús escolar en el mercado Dahyan, en el norte de la ciudad de Saada, indicó el CICR en su cuenta de Twitter.
OLA DE ATAQUES
Según el Ministerio de Salud y la televisión de los rebeldes houthi, que controlan el área donde ocurrió el ataque, éste fue lanzado por la coalición árabe que encabeza Arabia Saudita y que opera en Yemen en apoyo de las fuerzas gubernamentales.
Este ataque ocurrió horas después de que un civil perdió la vida y otros 11 fueron heridos durante un ataque con un misil lanzado por rebeldes houthi desde Yemen contra la ciudad saudita de Yazán, según fuentes de la coalición árabe.
La coalición que interviene en la guerra yemenita aseguró que el misil fue interceptado por las defensas antiaéreas, pero sus fragmentos cayeron en un área residencial de Yazán.
IRÁN SUMINISTRA MISILES A REBELDES
El portavoz de la coalición, Turki al Malki, denunció que el lanzamiento de misiles balísticos hacia ciudades y zonas pobladas es “contrario a la ley internacional” y aseguró que este ataque demuestra que Irán sigue suministrando misiles a los rebeldes houthi.
Arabia Saudita encabeza desde 2015 la coalición militar árabe que realiza ataques contra los rebeldes en territorio yemenita, en apoyo al gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, al que los rebeldes le disputan el poder desde 2014.
Desde la intervención de la coalición en marzo de 2015, la guerra en Yemen ha dejado más de 10 mil muertos y ha provocado la peor crisis humanitaria en el mundo, según las Naciones Unidas.