Mientras la pandemia de covid-19 alcanza niveles alarmantes en Brasil, con más de 10 mil muertes y más de 156 mil casos confirmados, el presidente Jair Bolsonaro disfrutó este fin de semana de un paseo en moto acuática.
Bolsonaro, que en reiteradas ocasiones ha minimizado el peligro de la «gripecicta» del coronavirus y exhortado a no acatar las medidas de confinamiento, fue captado paseando alegremente por el lago Paranoá, en Brasilia, informa la prensa local.
El lago baña las orillas de los barrios más acomodados y la residencia oficial en la capital Brasilia.
Não teve o churrasco pra comemorar a morte de 10 mil brasileiros. Mas teve um rolezinho de jet ski no lago Paranoá com direito a deboche e muita piada. @JairBolsonaro é um ser repugnante. O Brasil não merecia isso. pic.twitter.com/MH5kIVgCsL
— Humberto Costa (@senadorhumberto) May 9, 2020
DIVERSIÓN ANTE CRISIS SANITARIA
Pese a que Brasil se convirtió en el sexto país en el mundo con el mayor número de fallecidos, Bolsonaro prefirió divertirse en vez de pronunciarse sobre la creciente crisis.
Cuando el país había registrado 5 mil muertes por el virus, Bolsonaro respondió, consultado por un periodista:
¿Y qué? Lo siento. ¿Qué quiere que haga? Soy Mesías (de segundo nombre), pero no hago milagros.
Los científicos proyectan que el número real de casos en Brasil podría ser más de 15 veces superior, dada la incapacidad del país de realizar pruebas generalizadas.
El Congreso brasileño y el Supremo Tribunal Federal declararon este sábado un periodo de luto oficial de tres días.
LA CIFRA NEGRA
Sao Paulo, estado del sureste brasileño con casi 46 millones de habitantes y motor económico del país, concentra más de 3 mil 600 muertes y más de 44 mil 400 casos.
El vecino Rio de Janeiro, donde viven más de 16 millones de personas, le sigue con mil 653 fallecidos y 16 mil 929 contagios.
Estados menos poblados como Ceará, Pernambuco (noreste) y Amazonas (norte) ya rondan el millar de muertos cada uno y están viendo sobrepasada su capacidad de internar pacientes en unidades de terapia intensiva.
Mientras la curva de contagios se acelera y la saturación de los servicios de salud se vuelve inminente, especialistas recomiendan endurecer las medidas de confinamiento para contener la propagación del virus.