Tras el brote de la pandemia por Covid-19 en febrero pasado, en México se han perdido más de 14 millones de empleos según la cifra más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. A raíz de la crisis que se desato por la pandemia, quienes trabajan en el sector informal fueron los mas afectados ya que son el gremio mas vulnerable por no contar con seguridad social o con algún contrato de trabajo que los respalde.
Quienes tenían un contrato lo rescindieron por lo tanto están recurriendo a tribunales, pero como dicen “la justicia esta dormida”, e incluso hay quienes han retirado los fondos destinados para su pensión de la vejez.
De enero a Agosto la cifra de retiros por concepto de desempleo asciende a 6.685 millones de pesos, es decir, cerca de 300 millones de dólares. Es la cifra más alta desde 2005, año en el que comienzan los registros de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
En un país donde más de 10 millones de mexicanos trabajan en la informalidad, no pueden ni retirar de su fondo para la vejez (porque no cuentan con uno) ni pueden alegar despido ilegal, pues no tienen contrato.
Y aunado a esto la tragedia que ha llegado a decenas de familias por haber perdido a un ser querido, víctima del Covid-19, la crisis quizá más fuerte que está padeciendo México es la del desempleo.
Quienes sí pueden iniciar un procedimiento legal por su despido, tienen ante ellos una enorme fila de espera, ya que hasta la fecha las Juntas de Conciliación y Arbitraje están cerradas, por la contingencia sanitaria que esta viviendo el país por tal motivo la justicia laboral esta muy lejos de ser pronta y expedita.
La única certeza es que miles de mexicanos más ingresarán las filas del desempleo,.