Ocho años luego de que 72 migrantes perdieran la vida asesinados en San Fernando, Tamaulipas, el Estado mexicano comienza a reparar el daño. La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas inició el proceso para llevar a cabo la compensación.
El único sobreviviente de la masacre y 47 familiares de cinco ecuatorianos asesinados recibirán una cantidad no revelada.
Entre las víctimas asesinadas el 22 de agosto de 2018, se identificaron a cinco ecuatorianos; por lo que funcionarios de ese país se reunieron con Rochín para iniciar el trámite.
En la masacre de San Fernando, se identificaron además migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala, India y Brasil.
Fueron los Zetas
Entre el 22 y 23 de agosto, miembros de Los Zetas mataron a 72 migrantes en una bodega de San Fernando, Tamaulipas. Los indocumentados viajaban a la frontera para intentar pasar a Estados Unidos cuando un grupo armado los interceptó.
El hallazgo se dio debido a que un sobreviviente logró caminar 19 kilómetros hasta encontrar un retén militar.
En el lugar yacían los cuerpos de 58 hombres y 14 mujeres, todos con las manos atadas hacia atrás y con un tiro en la cabeza; se negaron a trabajar con el grupo delictivo.
A ocho años de la masacre que conmocionó a toda América Latina, 11 personas están procesadas y existe una orden de aprehensión. Ninguno de los detenidos ha sido sentenciado.
Con una misa en el lugar de los hechos, se recordó a las 72 víctimas del crimen organizado. Fray Tomás, quien encabezó la ceremonia, mandó un mensaje al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, así como al presidente Enrique Peña Nieto y al expresidente Felipe Calderón.