En meses recientes hemos escuchado bastante sobre el reporte del Gran Jurado de Pensilvania y los abusos de cientos de sacerdotes a miles de víctimas menores de edad. No obstante, la realidad es que el reporte se concentra tan sólo en un estado de los Estados Unidos, cuando se trata de un problema se replica alrededor del globo. Son miles y miles de personas las que han sido víctimas de agresiones sexuales y muchas lo han sufrido a manos de sacerdotes católicos u otros oficiales eclesiásticos.
[Kumiko Kosaka, monja involucrada en el abuso sexual de 20 menores sordos en un colegio en Argentina.]
ECA Global —una organización mundial de activistas por los derechos humanos de los niños y víctimas del abuso clerical— asegura que la cifra de niños que sufrieron algún tipo de abuso y violación por religiosos, confirmados e investigados, asciende a 100 mil, pero esto corresponde a un reporte del 2014 realizado por SNAP —una red independiente de sobrevivientes de abuso sexual institucional—, el Centro de Derechos Constitucionales —CCR, por sus siglas en inglés— y el Comité de los sobre los Derechos del Niños que investigó al Vaticano.
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Tan sólo en Estados Unidos
Esta cifra, además de tener casi un lustro de antigüedad, por desgracia sólo incluye los casos confirmados en Estados Unidos, y así como el reporte de Pensilvania no incluye los casos reales sin reportar, hacen falta los datos que ciertas diócesis y las autoridades eclesiásticas de diversos países se rehusan a publicar y compartir con este tipo de asociaciones e incluso la propia policía. Lo cual arroja una cifra alarmante que al día de hoy es mucho más alta cuando consideramos el tiempo transcurrido, así como el resto de los países del globo.
[Protestas en Irlanda. “Verdad. Justicia. Amor”.]
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Denuncias en el resto del mundo
Por ejemplo, en Austria el número de denuncias de abuso sexual es de 837; en Suiza 294; en Chile 266; Perú 128 niños y adolescentes; en Argentina se confirmó el abuso de 20 menores sordos; en México se estiman cerca de 200 tan sólo entre los abusos de Marcial Maciel —fundador de los Legionarios de Cristo— y Nicolás Aguiar, y en Canadá entre 10 mil y 20 mil personas han sido indemnizadas por abusos sexuales.
[Marcial Maciel con el papa Juan Pablo II.]
Miguel Ángel Hurtado, portavoz de ECA Global declaró en El Diario que:
«Lo más grave de todo es que la gran mayoría de estos abusos se podían haber prevenido si la jerarquía católica hubiera denunciado a los pederastas en serie a la policía en vez de moverlos de parroquia en parroquia».
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Más controversia:
A esta escandalosa cifra se suman las distintas protestas y peticiones al Vaticano y en especifico al papa Francisco de liberar toda la documentación eclesiástica de casos de sacerdotes pederastas, como lo es el excardenal McCarrick de Estados Unidos, quien fue acusado de abuso sexual y removido de su cargo, aunque sigue declarándose inocente de acuerdo a esta cita del New York Times:
«Aunque no tengo la absoluta recolección de este abuso reportado y creo en mi inocencia, lo siento mucho por el dolor que la persona que presentó los cargos ha experimentado, así como por el escándalo que este tipo de cargos causan a nuestra gente».
La atención que estos casos de alto perfil, como los reportes publicados si acaso han logrado que diversos gobiernos comiencen a investigar y abrir expedientes para procesar los casos locales de abuso sexual por parte de eclesiásticos católicos, pero queda claro que aún queda mucho por hacer y no sólo en los casos cometidos por los sacerdotes católicos, sino también el abuso generalizado de niños y menores de edad; al tiempo que la Iglesia Católica debería mostrarse más firme en su lucha contra la pedofilia entre sus ordenados.
Fuente: culturacolectiva.com