Carlos Loret de Mola, el reconocido periodista, se ha convertido en el blanco de las maquinaciones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), según revela el ferviente periodista Raymundo Riva Palacio.
En su columna titulada “Alarma en Palacio”, publicada recientemente en “Estrictamente personal”, Riva Palacio expone que desde hace seis meses AMLO ha ordenado un espionaje sobre Carlos Loret de Mola, así como otro columnista político de renombre, cuyo nombre no se menciona. La tarea consiste en escudriñar en la vida privada de ambos periodistas para obtener información que pueda ser utilizada en beneficio del mandatario y sus astutas “redes de francotiradores”.
No contento con ello, Riva Palacio también asegura que AMLO ha dado la orden de mantener una vigilancia permanente y rigurosa sobre Latinus, medio donde Loret de Mola despliega su talento. Esta orden surge tras la divulgación de una serie de reportajes por parte de Latinus, en los cuales se destapan diversos actos de nepotismo y corrupción perpetrados por los hijos de López Obrador.
La intención detrás de esta persistente vigilancia es descubrir qué información guarda el medio y calibrar qué tan amenazante puede llegar a ser para el gobierno.
Los casos señalados por el periodista, revelados por Latinus, han puesto en el centro de la arena pública a los tres hijos mayores de López Obrador. Uno de ellos, en particular, ha sido objeto de una meticulosa investigación por parte del periodista Mario Gutiérrez, cuyo reportaje develó las maquinaciones de Gonzalo López Beltrán, el tercer hijo mayor de AMLO.
Gutiérrez revela que Gonzalo se desempeña como el “articulador de una red de negocios y tráfico de influencias que controla miles de millones de pesos en la construcción del Tren Maya”. Además, el íntimo amigo de Gonzalo y su hermano Andrés, Almícar Olán, también se ha visto involucrado en un millonario contrato para la venta de medicamentos en Quintana Roo.
Descubrimientos
El periodista Mario Gutiérrez ha descubierto que Gonzalo supervisa los tramos del Tren Maya y tiene el control del lucrativo negocio del balasto, que es la piedra triturada utilizada en la construcción de las vías del tren.
Adicionalmente, Mario Maldonado, periodista y columnista de El Universal, ha revelado que Almícar Olán habría vendido el balasto a la Secretaría de la Defensa con un sobreprecio del casi 70%, en comparación con el precio de otros proveedores.
Además, las empresas asociadas a Gonzalo y Andrés, los dos hijos de López Obrador, habrían vendido el balasto a un 55% más del precio que el gobierno pagó a Cuba, cuando el mandatario nacional brindó apoyo económico a ese régimen.
Estas y otras revelaciones han enfurecido a López Obrador, según relata Riva Palacio, quien señala que el presidente ha regañado a sus colaboradores, especialmente al vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas. Esto se debe a su aparente incapacidad para enterarse y anticiparse a este tipo de reportajes que dañan su discurso de honestidad, algo que al líder mexicano le preocupa enormemente.
En medio de esta serie de revelaciones contra sus hijos mayores, Riva Palacio sostiene con valentía y determinación que Carlos Loret de Mola está siendo sometido a una constante vigilancia y espionaje por parte del gobierno de AMLO. Este artículo representa un llamado a la acción en defensa de la transparencia y la libertad de prensa.
Foto: Internet
