Con 1.179 muertes en 24 horas, una cifra récord en Brasil desde que comenzó la pandemia, y convertido en el tercer país con más números de contagiados a nivel mundial, el presidente Jair Bolsonaro todavía tiene ánimo para bromas.
En una entrevista, el presidente habló del nuevo protocolo que se aprobó este miércoles y que amplia el uso de la cloroquina -medicamento para tratar la malaria y del que aún no existen pruebas sobre su efectividad- para pacientes con síntomas iniciales de contagio.
Hasta el momento su uso estaba restringido a pacientes en situación grave o crítica.
“Quien es de derecha que tome cloroquina”
¿Qué es la democracia? ¿Tú no quieres? Tú no lo haces. No es necesario que tome cloroquina. Quien es de derecha que tome cloroquina. Quien es de izquierda que tome Tubaína [un refresco], bromeó el mandatario brasileño.
El presidente también aprovechó para ironizar sobre el gobernador de Pernambuco, Paulo Cama, infectado de covid-19.
Creo que quien dijo que era veneno, no puede tomar [cloroquina]. Puede ser que no la necesite. Yo en su lugar la tomaría, comentó.
Una publicación compartida de Magno Martins (@blogdomagno) el
Divergencias por la cloroquina
El uso de la cloroquina ha sido una de las principales divergencias entre Bolsonaro y los dos exministros de Salud, Nelson Teich y Henrique Mandetta, ambos fuera de la cartera por sus desencuentros con el mandatario brasileño por la gestión de la crisis.
En una entrevista a la Folha de S. Paulo, Mandetta aseguró que el uso de la cloroquina en pacientes con síntomas leves podría aumentar la presión en los centros de terapia intensiva y provocar muertes en las casas por arritmia.
Brasil se ha convertido en uno de los países del mundo más afectados por la pandemia.