Desesperación en las calles de Acapulco: Damnificados aguardan por apoyo
El caos persiste en Acapulco tras el embate del huracán “Otis”. A casi dos meses del desastre natural, los damnificados se enfrentan a una angustiante realidad: dormir en la calle mientras esperan ansiosamente la llegada de despensas que representan su única esperanza de alivio.
El relato de una crónica publicada por El Universal pinta una imagen desoladora: en la plaza comercial del fraccionamiento Colosio, al menos 40 personas hacen fila desde las 9 de la noche para obtener una despensa a las 8 de la mañana del día siguiente.
Sin embargo, el panorama se torna aún más desgarrador. Existe una dura competencia por estas provisiones. Aquellos que no logran asegurar una caja de despensas, distribuida por el Ejército, optan por llegar hasta 24 horas antes para formarse en la espera desesperada de un sustento básico.
La odisea por obtener ayuda: Desplazamientos y pérdida de cupones
La crónica revela una triste realidad en colonias como Zapata, donde la presencia del Ejército brilla por su ausencia en la entrega de despensas, obligando a los damnificados a desplazarse a lugares distantes como el fraccionamiento Colosio, un viaje de 40 minutos que representa una odisea en sí mismo.
El sufrimiento se intensifica. Algunos han aguardado durante días sin éxito, incapaces de conseguir siquiera una despensa. Sin embargo, en medio de la necesidad imperante, su determinación persiste y continúan intentándolo.
Angustia y pérdida de esperanzas: Cupones perdidos y obstáculos constantes
El escenario se complica aún más para las mujeres, quienes mayoritariamente son las encargadas de recoger estas preciadas despensas. En colonias como Renacimiento o Miguel Hidalgo, el Ejército no ha realizado distribuciones desde el embate del huracán, dejando a estas comunidades en una situación desesperada.
La preocupación crece entre estas afectadas. El tiempo avanza y las despensas no llegan a sus hogares, lo que significa la pérdida gradual de los cupones otorgados al registrarse para recibir la ayuda. El testimonio es desgarrador: la semana pasada, algunas damnificadas debían cambiar cupones uno y dos, sin embargo, no encontraron módulos de entrega, siendo informadas por los militares que dichos cupones se habían extraviado.
En un esfuerzo desesperado por no perder los cupones tres y cuatro, muchas mujeres se ven forzadas a pernoctar en las calles, aguardando la anhelada ayuda.
Denuncias de abuso: Pérdida de cupones y situaciones de vulnerabilidad
La situación se agrava con denuncias de abuso. Las damnificadas, en entrevistas al diario, exponen que en algunos módulos les están sustrayendo los vales de despensas por valor de 500 pesos, incluidos en las cajas.
La inseguridad en varios municipios y la escasa cobertura de los militares se revelan como factores clave que empujan a los damnificados a pernoctar en las calles en espera desesperada de las despensas en Acapulco.
El panorama resulta desgarrador, con la desesperación y la vulnerabilidad de los afectados evidenciando una crisis humanitaria latente tras la tragedia del huracán “Otis”.
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