La empresa de ropa que hizo negocios con personas ligadas al Cártel de Sinaloa

Una empresa mayorista de ropa con sede en California ha sido sancionada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por hacer negocios con una mujer vinculada al Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas de México.

La empresa, Ghacham Inc., opera bajo la marca Platini. Fue multada con 4 millones de dólares y condenada a pagar más de 6 millones de dólares en concepto de restitución.

Según documentos judiciales, Ghacham Inc. realizó negocios ilegales con María Tiburcia Cázares Pérez, alias “La Emperatriz”. Cázares Pérez es una mujer devota de la Virgen de Guadalupe que se dedicó al comercio ambulante de dólares en Culiacán, Sinaloa. Se casó con Arturo Meza Gaspar y logró abrir la Casa de Cambio Cázares.

La Emperatriz fue sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en 2007 por su participación en una organización dedicada al lavado de dinero del Cártel de Sinaloa.

El Departamento de Justicia también reveló que Ghacham Inc. realizó negocios ilegales con Emilio Cazares Salazar, alias “El Emperador Imperial”. Cazares Salazar fue identificado como un líder del Cártel de Sinaloa y fue detenido en 2012 en Zapopan, Jalisco.

De acuerdo con las autoridades estadounidenses, Ghacham Inc. estafó con millones a contribuyentes “para ahorrar dinero como para asegurarse una ventaja injusta frente a su competencia en el mercado de prendas de vestir del sur de California”.

La empresa importó ropa desde China y mostró facturas fraudulentas a las autoridades. Su modo de operar era tener dos tipos de facturas, una verdadera con el precio real y la otra fraudulenta, que tenía un precio subestimado. Las operaciones de la empresa fueron realizadas en el plazo de julio de 2021 y febrero de 2022, lo que les permitió no pagar más de 6 millones de dólares en aduanas.

Conclusión

La sanción a Ghacham Inc. es un golpe a las operaciones del Cártel de Sinaloa en Estados Unidos. La empresa era un importante proveedor de ropa para los grupos criminales mexicanos, y su cierre dificultará que estos grupos obtengan los productos que necesitan para operar.

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