El perturbador perfil del asesino en serie Jeffrey Dahmer ha dejado a la sociedad con numerosas preguntas sin respuesta. Entre las más inquietantes se encuentra la forma en que sedaba a sus víctimas antes de cometer sus atroces crímenes.
El Seleccionador de Víctimas
Dahmer, conocido por sus actos sádicos y canibalismo, tenía un patrón en la elección de sus víctimas. La mayoría eran hombres homosexuales, frecuentadores del ambiente gay de Milwaukee, y muchos de ellos eran personas de color. Esta selección meticulosa le permitía acercarse a sus objetivos y ganar su confianza.
Una vez que había seducido a sus víctimas y las convencía de acompañarlo a su casa, Dahmer tenía un método retorcido para controlarlas. Les administraba un polvo en sus bebidas que los dejaba completamente anestesiados. Este polvo no era otro que pastillas trituradas de Halcion, un medicamento recetado a Dahmer para tratar su insomnio.
Halcion, que contiene triazolam, es un depresor del sistema nervioso central de acción rápida. Cuando se ingería, sus efectos eran notables en poco tiempo. Las víctimas se sentían somnolientas, desorientadas y extremadamente cansadas.
En cuestión de minutos, caían en un profundo sueño que podía durar hasta una hora y media.
La Razón Detrás de las Pastillas
La historia detrás de las pastillas de Halcion de Dahmer arroja luz sobre su perturbada mente. Tras recibir la receta médica, se especula que las utilizaba debido a su trabajo nocturno en una fábrica de chocolate en Milwaukee. El insomnio le impedía dormir durante el día, lo que le llevó a buscar ayuda médica. Sin embargo, estas pastillas se convirtieron en una herramienta letal en manos del asesino.
Este sombrío episodio también resalta la importancia de la atención médica y el seguimiento adecuado de la medicación. La prescripción de medicamentos potencialmente peligrosos debe ir acompañada de una supervisión médica cuidadosa para evitar que caigan en manos equivocadas.
Conclusión
El oscuro uso de Halcion por parte de Jeffrey Dahmer como herramienta para cometer sus crímenes arroja una nueva luz sobre la mente retorcida de este asesino en serie. Su capacidad para seleccionar a sus víctimas y someterlas a su voluntad es un recordatorio escalofriante de los horrores que puede albergar la psicología humana.
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