Los sicarios del grupo “Los Cabrera”, una escisión del Cártel de Sinaloa, en particular de la Facción Mayo Zambada, han dejado claro su desinterés por realizar investigaciones exhaustivas utilizando métodos convencionales para localizar narcotienditas en la región. Su falta de motivación los ha llevado a tomar medidas extremas, como privar de la libertad a un joven consumidor de droga en la Colonia Eduardo Guerra de Torreón, Coahuila, trasladándolo posteriormente a Gómez Palacio, Durango, donde fue sometido a crueles torturas con un mazo.
La brutalidad de sus acciones quedó registrada en un video que rápidamente se ha vuelto viral en las Redes Sociales. En él se puede apreciar el nivel de crueldad de este grupo de personas que, en un ataque conjunto, golpeó salvajemente con un mazo al joven consumidor de drogas.
Reiteradas veces, los sicarios propinaron golpes en distintas partes de su cuerpo en busca de obtener información sobre los puntos de venta de narcóticos en la región de la Laguna. Su objetivo es expandirse y apoderarse de esta área, contando con la colaboración de autoridades municipales de Gómez Palacio y Lerdo, quienes parecen ser cómplices en los secuestros y ejecuciones perpetrados por estos individuos.
Uno de los protagonistas de este video, identificado como Alexis Garza, se muestra golpeando al joven consumidor. Sorprendentemente, Garza porta uniformes e identificaciones de diversas corporaciones de seguridad, aparentemente coludidas con el Mayo Zambada, incluyendo la insignia del Grupo Flechas.
Estas revelaciones son sumamente preocupantes, pues evidencian la grave situación de violencia e impunidad que viven algunas zonas de México. Resulta indignante observar cómo grupos criminales como “Los Cabrera” actúan con total desprecio por la vida humana y se benefician de la colaboración de algunas autoridades corruptas.
Es imprescindible que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y se comprometan a combatir de manera efectiva y contundente este tipo de organizaciones criminales. Además, es fundamental que se garantice la seguridad y el bienestar de la ciudadanía, especialmente de aquellos sectores más vulnerables y expuestos a la influencia del narcotráfico.
La sociedad en su conjunto debe alzar la voz y exigir un cambio radical en el sistema de seguridad y justicia. No podemos permitir que estas atrocidades queden impunes y que los derechos humanos continúen siendo violados mientras unos pocos se enriquecen a costa del sufrimiento y la muerte de otros.
Es urgente unir fuerzas y esfuerzos para terminar con esta barbarie. Solo a través de una acción conjunta y decidida podremos devolver la paz y la tranquilidad a nuestras comunidades. No debemos permitir que el miedo y la impunidad sigan siendo el pan de cada día para tantos mexicanos.
Es hora de actuar y tomar el control de nuestro destino. No podemos ser prisioneros de la violencia que nos rodea. La lucha contra el narcotráfico y la criminalidad debe ser una prioridad absoluta para las autoridades y también para la sociedad en su conjunto. Solo así podremos construir un México seguro y próspero para todos.
