El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la solicitud del Gobierno mexicano de renovar por dos años más la Línea de Crédito Flexible (FCL, por sus siglas en inglés) por un monto equivalente a unos 88 mil millones de dólares.
Con la renovación de la línea de crédito, que México tiene desde hace ocho años, se cancela la línea que estaría vigente hasta antes de las elecciones de 2018.
“México contará con el respaldo de la línea de crédito por dos años más, es un instrumento que provee seguridad financiera a países que han demostrado tener fuertes fundamentales y políticas como es el caso de México”, dijo Robert Rennhack, director adjunto del Departamento del Hemisferio Oeste en conferencia telefónica.
LÍNEA SÓLO COMO RESERVA
En un comunicado, Christine Lagarde, directora gerente del organismo, destacó que México tomará la línea sólo como reserva. inflación en el contexto de un tipo de cambio flexible”, detalló.
México nunca ha utilizado la línea crédito que el organismo le otorgó por primera vez en 2009 y que es vista como un blindaje adicional para la segunda economía latinoamericana ante la volatilidad global.
El FMI dijo en el texto que las autoridades mexicanas manifestaron su intención de asignar al acuerdo un carácter precautorio. Anotó que las autoridades mexicanas solicitaron a principios de noviembre un acuerdo de la Línea de Crédito Flexible por dos años y cancelar el aprobado en mayo de 2016, dado que el arreglo actual caducaría semanas antes de las elecciones de julio del próximo año.
POLÍTICAS ECONÓMICAS SÓLIDAS
Los desembolsos no se escalonan ni condicionan al cumplimiento de los objetivos de política como en los programas tradicionales respaldados por el fondo.
Este acceso flexible se justifica por los antecedentes de los países que califican para la línea de crédito, lo que da confianza de que sus políticas económicas se mantendrán sólidas.
La directora del FMI subrayó en el comunicado que México está comprometido con mejorar la resiliencia del país frente a choques externos mediante la implementación de los planes de consolidación fiscal, el anclado de las expectativas de inflación, la reconstrucción gradual de reservas de reservas y la supervisión del sistema financiero.
Destacó el compromiso de las autoridades por la consolidación fiscal que llevaría a una reducción de la relación deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) a mediano plazo.