AMLO recibió millones del narco para campaña presidencial: investigación; el mandatario responde

La respuesta del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ante las acusaciones vertidas en su contra respecto a supuestos financiamientos provenientes del narcotráfico durante su campaña presidencial del 2006, no se hizo esperar. El mandatario, enérgico, tildó tales acusaciones de “calumnias” destinadas a manchar su trayectoria política.

El escándalo inició con la publicación de un artículo en la prestigiosa agencia ProPublica, firmado por el renombrado periodista Tim Golden, quien asegura que el presidente recibió respaldo económico de Édgar Valdez, más conocido como ‘La Barbie’. Según Golden, se habría destinado alrededor de dos millones de dólares a la campaña del ahora mandatario.

El reconocido periodista, ganador de dos premios Pulitzer, basa sus afirmaciones en una exhaustiva investigación respaldada por entrevistas realizadas tanto a funcionarios estadounidenses como mexicanos, así como por la consulta de documentos gubernamentales de Estados Unidos. Golden no omite mencionar que la Agencia para el Control de Drogas (DEA) aún no ha determinado si el presidente estaba al tanto de las supuestas donaciones provenientes de traficantes.

AMLO responde

Ante tales acusaciones, López Obrador no se mordió la lengua y, con su característico estilo, arremetió contra quienes, a su parecer, buscan desprestigiar su imagen.

En su conferencia matutina del 31 de enero, el mandatario negó rotundamente la veracidad de la información, calificándola de “completamente falsa”.

Además, expresó su preocupación por la estrecha relación existente entre los medios de comunicación y el poder, tanto en México como a nivel mundial, afirmando que la prensa se encuentra subordinada a los intereses gubernamentales.

El presidente mexicano manifestó que no emprenderá acciones legales por estas publicaciones difamatorias, pero resaltó la necesidad de que se presenten pruebas contundentes sobre las acusaciones vertidas en su contra. Sin embargo, López Obrador no se limitó a señalar a los periodistas como responsables, sino que apuntó directamente hacia el gobierno de Estados Unidos, denunciando su permisividad hacia prácticas inmorales y contrarias a la ética política.

Al demandar claridad sobre la manera en que se orquestan estas acusaciones y cuestionar la aparente falta de conocimiento por parte de las agencias estadounidenses, el mandatario aseguró que informará al presidente Joe Biden, exigiendo una investigación exhaustiva por parte de la DEA y el Departamento de Estado. Con su característico tono apasionado y desafiante, López Obrador buscará desplegar una narrativa disruptiva ante las acusaciones que hoy empañan su investidura presidencial.

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