Está listo, el proyecto de la primera nave espacial terrestre

 

MSIA Informa*

Vaya a ver cualquier película de ficción científica y de viajes espaciales y contemplará naves gigantescas en las que la tripulación vive y trabaja como si estuviesen en pequeñas ciudades.

 

Voltee a ver la realidad y verá en cambio naves minúsculas en las que los astronautas se tienen que apretar como sardinas en su lata.  La Estación Espacial Internacional es nuestro mayor ambiente en el espacio, pero está muy lejos de ser una nave.

 

Entonces ¿cómo vamos a hacer para construir naves espaciales de verdad grandes?  Al final de cuentas vamos a necesitar de ellas para llevar toneladas de carga para establecer estaciones en la Luna, en Marte o en las lunas de Júpiter, o, inclusive, para tener la masa suficiente para desviar un asteroide que amenace con venir en nuestra dirección.

 

PROYECTO DEMÓCRITO

La buena noticia es que los primeros esbozos ya se están trazando gracias al trabajo de un equipo multiinstitucional europeo reunido en torno del Proyecto Demócrito.

 

“La nave prevista para el Proyecto Demócrito, desde un punto de vista técnico, tiene que estar lista para ir al espacio dentro de 20 ó 30 años,” dijo el coordinador del proyecto, Emmanouil Detsis, de la Fundación Europea de Ciencias.

 

Tendría unos 70 metros de largo, algo semejante a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Pero, al contrario de la ISS, estaría equipada con un poderoso mecanismo de propulsión que ampliaría el espacio a nuestra disposición.

 

La nave sería capaz de viajar por el Sistema solar con varias toneladas de carga -para una aldea robotizada en la Luna, por ejemplo -y podría ir al espacio profundo con equipos científicos y recursos proporcionalmente mayores que los de las misiones de exploración hechas con sondas espaciales no tripuladas.

 

EVITAR DESASTRE EN LA TIERRA

En el caso de que un asteroide se dirigiera directamente a la Tierra, la nave podría usarse para evitar un desastre.  “Una nave espacial pesada estacionada en órbita en torno de un objeto de esos produciría una fuerza gravitacional pequeña, pero significativa, la que, con el tiempo, afectaría la trayectoria del asteroide,” explicó Detsis, en referencia a una técnica conocida como rayo tractor gravitacional.

 

El mecanismo de propulsión que el equipo concluyó que es mejor y más viable a corto plazo usa un reactor nuclear para producir calor para alimentar una turbina.  Esa turbina deberá generar electricidad para toda la nave, en especial para el sistema de propulsión eléctrica, compuesto de motores iónicos.

 

Ese sistema, conocido como propulsión eléctrica nuclear, y que es la técnica central que sustenta todo el proyecto, sin embargo, está aún por crearse para el espacio.

 

Varios equipos e ingenieros de todo el mundo están trabajando en ello, y Detsis afirma que el proyecto fomentó el diálogo entre esos grupos a través de las fronteras nacionales y de las diversas disciplinas que involucra, y se espera que esa colaboración genere prototipos comprobables en un futuro cercano.

 

CUESTIONES LEGALES

Sucede, no obstante, que la técnica no es la única dificultad.  Las cuestiones legales que rodean el uso de un reactor nuclear en el espacio son impedimentos formidables, reconoce Detsis, ya que la legislación internacional tendría que modificarse para hacer viables las pruebas y, en seguida, la construcción de la nave.  “El cuadro de fondo es que, si usted quisiera construir (la nave) en 2030, es mejor comenzar el proceso legal ahora mismo,” afirmó.

 

La colaboración también delineó proyectos técnicos de la nave, en particular sus diferentes subsistemas y un demostrador que puede usarse para probar y refinar todo en tierra, con el uso de tipo diferente de fuente de energía.

 

Cuando se decida la construcción de la nave, y se tenga a la mano los recursos, la idea es que se construya en el espacio.  Detsis reconoce que el esfuerzo tendría que ser internacional, ya que los costos llegarían a los miles de millones de euros. “Pero las nuevas naves serían más económicas,” finalizó.

*Publicado en el sitio Inovação Tecnológica (01/06/2018)

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