El encuentro de Claudia Sheinbaum con supuestos integrantes del Cártel de Sinaloa

En un giro inesperado durante su gira presidencial por Chiapas, la candidata Claudia Sheinbaum fue interceptada por un grupo de encapuchados que, según informes, pertenecían al Cártel de Sinaloa. El encuentro se produjo el domingo 21 de abril, durante el segundo día de su recorrido por la región, cuando la comitiva se trasladaba de Comitán a Tapachula y se vio rodeada por retenes liderados por individuos con los rostros cubiertos.

En los tramos de Mazapa de Madero, Huehuetán y Huixtla, los encapuchados detenían vehículos, interrogaban a los ocupantes y revisaban sus pertenencias, generando un clima de tensión en la zona. Sin embargo, cuando la caravana de Sheinbaum llegó a Motozintla, los sujetos abrieron paso a la candidata y se acercaron a hacerle una petición especial: que, cuando estuviera en el poder, se acordara de la Sierra y la gente pobre de la región.

A pesar de la intimidante presencia de los encapuchados, Sheinbaum permaneció en su vehículo y escuchó atentamente las demandas de los desconocidos. Se le pidió que limpiara el tramo para mejorar la movilidad de la zona y evitar que se convirtiera en un caos como Comalapa. En un gesto de coraje y solidaridad, la candidata asintió con la cabeza y estrechó la mano de uno de los encapuchados, mostrando empatía hacia sus preocupaciones.

Las tensiones aumentaron cuando se reveló que los retenes habían sido instalados por supuestos miembros del Cártel de Sinaloa, lo que generó alarma entre los habitantes locales. Se reportó que los sujetos revisaban minuciosamente a quienes pasaban por la zona, controlando el flujo de entrada y salida de la región. A pesar de las acusaciones que apuntaban a la presencia del cártel, la candidata Sheinbaum negó que los encapuchados fueran criminales y sugirió que eran lugareños preocupados por su comunidad.

Ante la situación, la diputada federal de Morena, Patricia Armendáriz, confirmó la presencia de encapuchados relacionados con carteles en la zona, arrojando más luz sobre el incidente. La versión de los hechos difiere entre los distintos actores involucrados, con Sheinbaum y el presidente AMLO insinuando que podría tratarse de un acto de propaganda organizado para generar controversia.

El incidente ha dejado muchas preguntas sin respuesta y ha puesto de manifiesto la compleja realidad de Chiapas, donde la presencia de grupos criminales y la lucha por el poder territorial plantean desafíos significativos. La interacción entre la candidata presidencial y los encapuchados ilustra la delicada situación de seguridad en la región y resalta la importancia de abordar las necesidades de las comunidades marginadas para evitar que caigan en el abandono y la desesperación.

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